martes, 9 de julio de 2019

Día 9 - Sobrado Dos Monxes - Santiago de Compostela (62km)

Buenos días, por decir algo, la noche ha sido un tanto movidita, he tenido la suerte de tocarme un compañero de cama que roncaba como un león. Ya estaba pensando en mi interior que este viaje estaba teniendo suerte con el tema ronquidos, pero no. Menos mal que marcharon pronto, a las 5 estaban ya de pie, por lo que tengo un par de horitas para dormir en paz.

Me suena la alarma, 7 de la mañana, me levanto y me doy cuenta que solo quedamos 2 peregrinos y yo, se nota el agobio de la gente de madrugar y pillar sitio en el destino, algo que discrepo pero respeto a los que toman esa decisión. 

Después de desayunar, y ya dispuesto a salir, me encuentro la sorpresa, rueda pinchada, me extrañaba a mi tirarme mas de 800 km's sin haber tenido ningún percance.  Desmonto la rueda, la reviso y tenía un pequeñísimo cristal, lo justo para que atravesara la cámara y hacer el pequeño pinchonazo, ¿lugar donde pinche? ni se sabe, puede que sea cualquier parte del camino y poco a poco se haya salido el aire.




Tras reparar la rueda, ya si que salgo, la salida hacia Arzúa es rápida y veloz, casi todo en descenso, hay algunos tramos que suben para arriba, como la llegada a Arzúa, pero por lo demas, me planto en una hora excasa, como siga ese ritmo llego a Santiago antes de que abran el albergue, por lo que me paro a tomar un segundo café tranquilamente y ojeo un poco por encima lo que me queda para llegar.




En Arzúa se me termina lo bueno, el camino se convierte en La Gran Vía de Madrid, peregrinos a doquier y lo nunca visto por mis ojos hasta ahora, en mitad del camino gente vendiendo souvenir del camino. Esto se está yendo de las manos, ya no es lo que era, el camino auténtico, autóctono, de la tranquilidad, de la busqueda de uno mismo, en este tramo desaparece.  Se nota quienes son los que vienen de lejos y los que han salido en los últimos 100 kms para que le den la Compostelana. Grupos grandísimos de gente en reunión donde rebasarlos resulta complicado. Gente que entre carreteras le recoge un coche escoba para avanzarlos a otra parte del camino. Familias que toma el camino como si de un paseo se tratara, habiendo muchos mas caminos por toda España, en fin, son los motivos por los que estuve ausente tantos años con el Camino de Santiago y creo que volveré a estar ausente durante otros tantos años, salvo que lo haga a pié. Aun así me sorprende, me encuentro a los primeros peregrinos haciendo el camino a Caballo, me paro a conversar con ellos y me cuentan las problemáticas que tienen ellos para hacer el camino.



Volviendo al camino, cada vez me aproximo mas a la llegada, pero a falta de 10-12kms me encuentro un bicigrino parado, cadena partida. Le ayudo prestándole mi eslabón y de camino intercambiar pareceres. Tras solucionarlo, Fernando (como se llama el muchacho) me lo agradece regalándome un llavero y un pin de su cuerpo, algo de lo que estaré agradecido porque es algo que se hace inclusive no haciendo el camino.



Me despido del chaval, él va a visitar a compañeros suyos que trabajan en Aeropuerto y continúo mi camino dirección Santiago. Ya observo Monte do Gozo, recordaba la subida mas dura, se nota que este año estoy mucho mas en forma y mejor preparado, las piernas van a las mil maravillas y la fatiga muscular, alguna pero no se nota nada. Diviso a los monjes señalando la Catedral, ya estoy cerca, muy cerca, sentimientos a flor de piel, alguna lagrima se me escapa recordando todo. Ya está todo, ya esta hecho.




Tras descanso y toma de fotos, entro a Santiago por donde entran los grandes, por sus calles principales donde me encuentro otra de las sorpresas del día, Román, el suizo de hace unos días, le veo y nos volvemos a dar un grato saludo, hablamos sobre lo complicado del día de ayer, el tramo peligroso de coches que ambos pasamos y la alegría de volvernos a ver.  Tras el rato de chachara, me despido de Roman y quedamos para cenar, despedirnos y seguir cada uno su camino.

Llego a Santiago, se nota que cada camino es un mundo, no es como la primera vez que entré a moco tendido, ni como la Vía de la Plata, en esta ocasión es algo que, la vivencia la he tenido a lo largo del camino, gracias a todos los que me habéis enviado ánimos, gracias a todas esas personas que me he encontrado por el camino y hemos estado de conversación.



Ahora solo me queda, ¿cual será la siguiente ruta? Mientras tanto que sigan esas cervezas rulando y nos vemos en otros menesteres.

Utreia!!!

domingo, 7 de julio de 2019

Día 8 - Lorenzana - Sobrado Dos Monxes (102 + unos cuantos sin contar)

Buenos Lloviznos días! asi me levanto esta mañana después de agetreo peregrinarios recogiendo cosas, macutos y gente hablando sola (parece que no soy el único, jejeje). Son las 7 y ya no queda casi nadie, todos desayunando para salir cuanto antes, yo mientras tanto remoloneando un poco mas en la cama pero el orín ya no me deja estar mas. Me levanto, desayuno, desayuno como 2 reyes juntos y marcho.

El día es feo de carajo, llovizna y con pinta de caer un aguacero impresionante, no obstante mis ganas de pedalear son mucho mayores que los del día anterior, sabiendo que hoy me acerco mas a Santiago y que puede ser hoy mi ultima noche en mitad del camino, estoy pleno de ilusión.




Por la lluvia tomo la carretera dirección Mondoñedo, está muy tranquila, mis unicos pensamientos son las gratitudes infinitas de todas las palabras de ánimos que he recibido de mucha gente, me siento afortunadisimo de haceros disfrutar junto mi disfrute.



La salida hacia Abadin tenia 2 opciones, el camino o carretera N634 ambas opciones igual de malas. Os dejo elegir vuestra opción cuando hagáis esta parte. Yo deseé llegar Abadín rezando.



Desde Abadin hasta Villalba fue todo por carretera, el camino seguía empapado e impracticable. Asi que por carretera, que apenas tiene coches, se rueda de escandalo, constantes subes y bajas pero muy llevaderas.



En Villalba me encuentro a dos ciclistas franceses que dormieron hace 2 días en mi mismo albergue, uno de ellos tiene problema en bici, les ayudo y al final les guio hacia la tienda, solucionado y sigo por mi camino. No me entretengo apenas nada mas y tomo dirección Baamonde.

La llegada a Baamonde lo hago rapidísimo y, en el único supermercado que había en la villa, me paro a comer y mientras tanto aparecen el ciclista Polaco y Ucraniano que me encontré anteriormente antes de llegar a Asturias. Charlamos un rato mientras como y al terminar de comer, les vuelvo a desear buen camino y cojo rumbo a Sobrado.

Ahora si que cojo las flechas amarillas, subida hacia el monte, el camino discurre mitad asfalto. Una parte muy divertida, nada de coches unos cuantos peregrinos despergidados, solecito y las piernas me están funcionando a las mil maravillas.






Estos 30 kms son una auténtica gozada, sube para arriba llegando alcanzar los 700 metros de altitud. Si ya lo digo que soy como una cabra, al final me tira la montaña.

Ya diviso últimos kilómetros, está esto ya casi hecho, sensación que mañana va a ser un auténtico paseo, intentando esquivar todos los demás peregrinos pero ya rozando con los dedos otra ruta mas, pensando en... ¿Cual será el siguiente reto en bici?

Cuando quiero acordar, llego a Sobrado Dos Monxes, con su majestuoso monasterio dandole nombre. Al final pareció que fue facil estos 100 kms, señal de satisfacción de haberlo medio conseguido. 




Y tras cenar, descansar en soñar en la llegada.

Utreia - Buen Camino


sábado, 6 de julio de 2019

Día 7 - Querúa - Lorenzana (112 kms)

Hoy si que he dormido bien, la cena me sentó de lujo y encima el desayuno, zumo de naranja al natural recién exprimido, que he visto como lo hacían, café americano con su gota de leche y una tostas riquísimas. La verdad que del albergue no tengo nada que decir, las hospitaleras súper atentas y espero que le vaya el negocio bien, llevan este primer año y espero resto gente mantengan la limpieza y orden que existe actualmente.

El día esta feo, nublado, parece que va a llover. Salgo a la calle y noto bastante fresco, asi que me pongo toda la ropa de abrigo que tengo y reanudo la marcha. El camino hacia Luarca es descendente, algún repecho me encontraré pero será mínimo, de ahí que me abrigara al máximo.

Luarca me embelesa, preciosa villa pesquera, como todas las vistas hasta ahora. Paseo por el puerto y empiezo a despojar de ropa, la salida se hace en subida y el cuerpo lo tengo ya calentorro.




Salido de Luarca, me pongo como próximo objetivo Navia, me noto el cuerpo como el día tontuso, será el frio que me esta dejando noqueao. Llego a Navia y me como los 2 snacks que llevaba, a ver si eso me da un poco mas energía. Aprovecho también en comprar aquarious ya que me topo con una tienda abierta. 

Saliendo de Navia la situación es similar pero con estomago lleno, asi que el día me lo voy a tomar muy relajado. Eso creía hasta que me alcanza un bicigrino, Roman, es un joven Suizo que salió de Ginebra y está recorriendo el Camino de Santiago, aparte quisiera llegar inclusive a Lisboa en bici, hablamos durante un buen rato que hace que mi malestar no le preste atención y me haga unos 20 kms sin darme cuenta.

Antes de despedir a Roman, le digo de tomar un café juntos, me cuenta que éste es su primer viaje, a lo que me recuerda mi primer viaje, a su misma edad que ahora él tiene. Mismas ganas e incertidumbre que yo tenía en su momento y disfrutando de lo que está haciendo.



Tras el buen rato echado, despido a Roman, el va mas lejos que yo de ahí que vaya mas rápido y yo, agradeci su aparicion para activarme en el día de hoy que lo tenia tontuso.

Llego a Serantes y debo tomar decisión de dar la vuelta a la Ria de Ribadeo o cruzar por la autovia como lo hacen los que van a pié,la diferencia serán 16 kms de mas que tendré que hacer en el día de hoy. Tras meditarlo decido dar la vuelta por la Ría. Visito Castropol, preciosa villa que se encuentra enfrente de Ribadeo. Llego a Vegadeo y giro de 180 grados para volver por el otro lado.





Viento!!! es lo que me encuentro dirección a Ribedeo, ufff que duro se hace andar contra viento, intento hacer los 9 kms que me dicta por tramos, parando a tomar fotos y jugando a descontar 1 a 1 los kms que me faltan hasta Ribadeo, secreto que hago siempre, consiguiendo metas pequeñas se condiguen metas grandes.




Llego a Ribadeo y pienso en el alojamiento, ¿a ver que tenemos por aqui? Ribadeo es muy turística por lo que los precios y alojamientos que se ofrecen es de carácter turista asi que descartado. Próximo alojamiento esta a 26kms (Lorenzana) lo medito, pienso son 2:30 tarde tengo tiempo de sobra para llegar tranquilamente y así hago.

Salido Ribadeo ya me encuentro los moñones de marcación hacia Santiago, 181, 180,...,161 ya se huele mas a ambiente a camino. Ya se empieza a empinar mas las rampas, primeras rampas gallegas que me como hoy, alcanzo los 300 metros de altitud y descensos rapidísimo. Esto es el camino Agus!!





Como estimé, llego a Lorenzana a las 5 de la tarde, tras visitar su monasterio de San Salvador me voy para el albergue, deseando descansar antes de cenar

Utreia - Buen Camino

Día 6 - Villaviciosa - Querua (124 kms)

Día largo pero bonito, en esta ocasión no tengo ni gaviotas ni peregrinos que me despierten, pero si tengo una mosca cojonera que empiezo a oir su volar por encima de mi cabeza, son cerca las 7 AM hora que sonará el despertador y como no aguanto mas me preparo hacer cosas. La dichosa mosca me picó en el pecho, donde estará o sera un mosquito de chico porque solo oigo sus alas, nada mas. Unas de las veces que entro al baño lo veo, jummm eres mio, adiós mosquito!

Tras mi mini-batalla mañanera, desayuno y preparo las bolsas para salir, me espera la primera rampa larga, de Villaviciosa a Gijón una subida de unos 10 kms que no es dura pero con alforjas se hace mas complicada. Salgo lentamente, previa toma de algunas fotos y me abrigo, tengo frío.

Empiezo afrontar las primeras rampas y tras el primer kilómetro el frío desaparece, me vuelvo a despojar del chubasquero y lentamente voy ascendiendo. La subida es por la Nacional, no hay nada de coches y el paisaje que voy observando es genial, toda Villaviciosa y sus montes verdes, fresco mañanero, gozada de ascensión.

Descendiendo me encuentro a multitud de ciclistas en dirección contraria, esa tiene que ser una carretera frecuentada por ciclistas, poco tráfico y el que había, respeto total al ciclista, muy cómodo rodar por ahí. En un plis me planto en la entrada a Gijón.




Una vez en Gijón busco una tienda bicis, la rueda trasera ha perdido presión, noto que me costara avanzar mas. Asi que siguiendo el camino veo que tengo una que está abierta, le pido el favor y tras el inflado sigo la marcha.  

Visito la Iglesia San Pedro, momento el cual veo que tiene para dejarle In Memmorian el recuerdo a Arturo Fernandez, que será celebrada esa tarde en la misma iglesia. Entro dentro a visitarla y tras hablar con el Padre, me sella y sigo mi marcha.



La salida de Gijon aburre con tantos semáforos, o no estan sincronizados o me están pillando a mi todos. Encaro dirección Avilés, la salida es muy concurrida de coches y las señales del camino algo confusas, el GPS me corrige mi error y me meto por un camino que encara una subida corta pero durísima, creo que son de las mas duras subidas hasta ahora. La suerte que está asfaltada y puedo pedalear, sino pasaria como en la entrada a Bilbao, me tocaría empujar. Tras 600 metros aprox. llego a la cima y el camino discurre mitad asfaltado mitad tierra, una gozada y sin nada de tráfico,voy por donde plazca.

La llegada a Avilés es fea de narices, varios kms antes viendo industrias, suerte que es Sabado y la actividad es menor, no me imagino esa carretera entre semana, debe ser mas complicado. Lo bueno, engancho a un bicigrino que llevaba viendo desde la lejania. Carlos se llama, está haciendo la parte desde Gijón hasta Santiago, bordeando toda la costa y queriendo entrar por Finisterre. En Avilés nos despedimos, él sigue si ruta y yo la mia, aunque volveremos a coincidir.

Pasado Avilés todo es carretera, al principio con mucho tráfico y conforme me voy alejando el tráfico va disminuyendo. Llego a Soto del Barco, no he comprado comida y son pasada las 2!! error mío, asi que paro en un bar a tomar bocadillo mas aquarious, recargando el cuerpo al máximo.

Tras el parón retomo la ruta, llevo ya 75 kms y antes de seguir confirmo donde alojarme, son 40km mas que debo hacer asi que con tranquilidad pero sin pausa sigo hacia adelante. El camino que llevo es la Nacional, en esta parte no hay nada de coches, alguno esporádico y muy amablemente se cambia de carril sin ningun problema. Es una zona fenomenal para rodar con la bici.

Pasado Soto de Luiña me vuelvo a encontrar a Carlos, le pregunto por como se encuentra y esta cansado, había hecho el viaje de Cadiz a Gijón hoy mismo y me recordaba mi primer día. Tras un rato de chachara, le deseo Buen Camino y prosigo mi marcha, mi hospedaje esta mas lejos que el suyo y el ritmo que lleva me haría llegar mucho mas tarde a mi.



Tras volver a mi soledad, pongo mi ritmo, disfruto de la carretera, en las bajadas la hago entera mía, en las subidas me aparto a la derecha por si acaso, pero ningún coche veré hasta mi llegada. 



Se me hace largo el albergue, son mas de 120 kms los que llevo ya, muchos mas de lo que yo esperaba hacer, ya son 2 días alargando de mas, espero no pase factura en estos 3 días escasos que me faltan. 

Llegado al albergue, limpisimo y aunque sea un pelin mas caro que los normales, su precio merece la pena. Literas individuales donde no se nota el movimiento, con sus cortinas, las dueñas super amables y muy atentas, desayuno incluido en un lugar donde se respira el silencio. Recomendable 100% Albergue La Yaga en Querúas. Y para terminar el día, me encuentro cerveza Alhambra en el único bar que hay, habrá que tomarse una!   Ceno tranquilamente y disfruto de la velada de este sitio tan desconectante del mundo.





Ultreia - Buen Camino!



viernes, 5 de julio de 2019

Día 5 - Serdio - Villaviciosa (102 kms)

Buenos Días! A diferencia de ayer, hoy no han sido las gaviotas quien me han desvelado antes de tiempo. Han sido los peregrinos que tienen esas feas costumbres de levantarse a las 6 AM inclusive antes, aun sin aparecer el sol. A pesar de estar en un lugar tranquilo, la gente del albergue alborotaba y el descanso no ha sido tan placentero como el deseado.

No obstante, todo mal tiene su recompensa, hace que salga antes y antes llegare a La Casa Azul, un restaurante que esta al final de Cantabria antes de llegar a Asturias, cerca de la autovia A8, donde tiene las palmeras mas gigantes que jamas he visto hasta ahora. Iba con la idea de comerme una pero al verlas tan grandes, la idea se me cambió y lo modifique por otra elección. Todos los dulces son de elaboración propia y para los no dulceros, había viandas saladas que tenian una pintaza de cómeme.




Tras el desayuno, empiezo a coger rumbo a Llanes, cojo la nacional que no va ningún coche,todos van por la autovía, asi que el placer de pedalear sin preocupaciones vuelve a aparecer en el dia de hoy. 

Yendo a Llanes me encuentro con otro peregrino desde Ucrania, va de vuelta y con una bici de carretera, intercambiamos opiniones, me cuenta que le gusta viajar en bici, participa de vez en cuando en el equipo nacional de Ucrania y utiliza los viajes para hacer de fondo, majo el chaval. Por otro lado me encuentro con otro peregrino, en esta ocasion me comenta que viene desde su país hasta Santiago, lleva 31 día de viaje y espera llegar semana que viene.

En la entrada de Llanes me paro a comprar agua y comerme una napolitana York y Queso. El tráfico ahora si se vuelve a incrementar y con precaución visito la villa costera. 





Sin entretenerme en exceso, sigo dirección hacia Ribadesella, en ese momento sigo por la nacional, la salida de Llanes es complicada perl apenas me voy alejando, los coches también van desapareciendo, el rodar se vuelve mas tranquilo. 

Paso por distintas localidades, Poo, Celorio, Posada de Llanes, Nueva de Llanes y Ribadesella, esta última como muchos sabeis belleza extrema y mucha riqueza en sus casas. Lo mas curioso, aparte de su preciosidad, encontrarse un velero en mitad de la playa, parece que entre subida/bajada de la marea no le dio tiempo salir y quedó ahi anclado,todo el mundo del lugar hablando de lo mismo. Mientras me paro a descansar y tomarme un platano, observando el momento.






Tras el break reanudo la marcha, noto que las temperaturas van subiendo, yo discurro por Nacional sin coches, esta etapa me esta gustando mas que las anteriores, la afluencia de coches es mínima y el paso de las distintas localidades mas hermosa que anteriores etapas.

El rompe piernas Cantabro desaparece y aunque hay subidas no tan duras, hay llanuras! y puedo marcar ritmo constante, las piernas lo agradece y yo también. La subida hacia Caravia es tendida, es decir, larga y con poca inclinacion, la dureza la impone uno con el ritmo. Asi que yo decido poner mi ritmo que me garantiza llegar a todas partes, en definitiva, voy como si fuera un abuelo para llegar como un jovenzuelo.

La calor se hace mas fuerte y en Colunga debo parar a comprar mas agua y aquarious antes de afrontar el último tramo. 

Decidí quedarme en Villaviciosa, ya que ir hasta Gijón seria una machada mas grande y creo que innecesaria. Pero esa decisión me costará mas de lo previsto, al llegar a Villaviciosa me encuentro que todos los albergues y pensiones estan completos, pregunto por albergues alrededores y también están completos. Origen? un campeonato de fútbol que hay en la localidad, parece que mucha gente ha tirado de esos alojamientos. Tenia dos opciones, tirar de tarjeta y alojarme en una habitacion mas cara donde habia disponibilidad o pegarme la paliza de unos veintetantos kilómetros mas hasta llegar a Gijón. De haberlo sabido antes hubiera planteado la etapa de otra manera pero ante esta situación, pensaremos que mañana será mejor día y hoy haremos gusto al cuerpo, descansaremos mejor y mañana estaré mas fuerte para hacer una etapa mas dura. Así que al final decido quedarme en una de las habitaciones disponible y pongo punto y final al día de hoy.

Buen Camino.


jueves, 4 de julio de 2019

Día 4 - Santoña - Sedio (100 km + 5 en barco)

Vaya madrugón me han pegado las gaviotas esta mañana. Son las 6:30 y parece que las tengo en la puerta del balcon llamándome. No hay manera de seguir durmiendo por lo que tras 15 minutos dando vueltas me levanto a desayunar y preparar para salir.

Son las 8, los operarios limpiando la plaza central de Santoña, los comerciantes preparándose para otro día y yo, comprobando que todo esté listo para empezar la marcha y salir. La salida de Santoña no tiene nada de especial, lo mas llamativo El Centro Penitenciario el Dueso.  Hay carril bici para salir y encima, el viento que sopla es a favor, la salida se hace rápida y llego a Somos antes de lo previsto.

La llegada a Somos hace que vuelva a deleitarme de la belleza Cantabra, unas playas maravillosas, kilometricas de arena, donde en la otra parte de la bahia se percibe Santander. Me descalzo y me meto en la arena, tenías ganas de catar la suave arena entre mis dedos y disfrutar de la imagen.





Tras deleite y limpieza posteriori de mis pies, retomo la marcha dirección hacia el barco que me llevará a Santander.  La decisión de tomar barco es para ahorrarme unos 22 kms y disfrutar también de viajar en " mini crucero".





Llego a Santander y mi único objetivo es sellar en la Catedral y salir de allí, el año pasado visite Cantabria y ya conocía la ciudad, asi que fue rápida la visita y rapida la salida. A diferencia de ayer Bilbao, la salida de Santander es mas complicada por el trasiego de coches e insegura, Bilbao tiene el carril bici que protege de posibles peligros.




La carretera es toda recta, la calor en aumento y la humedad hace que todo mi cuerpo sude a mas no poder, la bici tiene un charco pedaleante, bebiendo agua a doquier antes de llegar a Torrelavega diviso un supermercado, el cual, paro a por 3 litros mas de líquidos y un par de napolitanas que, apenas pasan por caja, son ingeridas.  Relleno el agua y aquarious de sus respectivos botes, acoplo demas botellas y sigo camino.

A Torrelavega no se llega, la ruta se desvia por la fabrica Solvay, tomo desvio en Viveda y del axfisiante tráfico paso a una carretera casi abandonada, durante muchos kilometros no me adelantará ningun coche. Agradezco la situación porque me puedo deleitar mas del paisaje y bajar la guardia de seguridad.

Llego a Santillana de Mar por una calle empedrada hacia abajo, bonita ciudad y no podia dejar de pasar sin tomarme un vaso leche fresquita con una quesada típica de alli. Tras el disfrute del manjar, paseo la ciudad y salgo directo a Comillas.Vuelvo a carretera con mucha circulación, otra vez en alerta pero al ser mediodia, se nota que la intensidad del tráfico ha bajado.








La llegada a Comillas se hace tranquila, voy bien de tiempo y ese era destino inicial que me había fijado, son las 3 tarde cuando llego a Comillas, muy buena hora para dedicarle unas pedaladas mas y avanzar unos kilómetros.

En Comillas pregunto en la Oficina de Turismo por albergues, el único que hay es en Sedio, llamo para confirmar que hay plazas, asi que me motivo para seguir 20 kms mas.

Antes de partir me tomo un café americano junto con un sobao que me regalaron esta mañana en el albergue, eso hace activarme mas y mis energias vuelven a ser como al principio del día. Llego al parque natural de Oyambre, precioso como siempre y a todo el mundo que visite Cantabria le recomiendo su visita y si puede, que prueben sus arenas y sus aguas.  Por el parque hay carril bici, cosa que me hace relajar y deleitarme mas de las vistas, preciosas todas mires por donde mires.

La carretera toda es un sube y baja, no se alcanza grandes alturas, es un autentico rompepiernas, no hay nada llano, sino estas subiendo estas bajando, asi es Cantabria en su mayoría. No me importa porque voy disfrutando muchísimo, estos momentos son los que yo me dedicaría, pedalear para regalarle a mis ojos grandes vistas.



La llegada a San Vicente la Barquera se hace en un visto y no visto, miro la dirección hacia el destino final, no dicta mas de 10 kms, asi que pongo rumbo hacia el albergue para dar por concluida la etapa, será unos 100 kms que me saldrá, el cuerpo lo noto pletorico, lleno de fuerzas, deseando que ne aguanten hasta el final.




Serdio ni tiene nada, cuatro calles, una iglesia, un albergue y un bar, lo imprescindible necesario para cualquier pueblecito español, tranquilidad absoluta, me planteo, sino fuera por el camino, ¿como vivirian? porque me da sensación tiene un negocio montado.

Deseando descansar lo no descansado esta noche pasada por las gaviotas.

Buen camino amigos lectores!